domingo

Elena. Una embarazada de 8 meses


Elena tiene a su familia lejos, así que no la han podido ver embarazada. Sí, alguna foto por el móvil, skype y poco más. Pero ella tenía la ilusión de que especialmente su madre pudiera verla bien en todo su esplendor. Por eso se decidió por una sesión de maternidad. Hicimos las fotos cuando estaba a puntito de cumplir 8 meses de embarazo.


Cascadas, hidra, helechos, musgo, río... Cuando pienso en una mujer embarazada inmediatamente lo asocio al milagro de la vida y a la madre naturaleza. Por eso decidí llevarla a una localización espectacular donde la naturaleza salvaje y virgen explota por cada rincón. Quería convertirla por un día en una especie de hada de los bosques, en una diosa, porque para mí una mujer embarazada es como una diosa.


Siempre recomiendo hacer las sesiones de embarazo entre la semana 28 y la 36 porque la tripa ya está bien redonda pero alta todavía, y la mamá está en forma y no demasiado cansada. Luego, claro, hay mujeres con tripitas muy pequeñas que deberán esperar hasta las ultimísimas semanas para lucirlas mejor (y al revés) Pero Elena estaba en el momento ideal y no dudó en andar un poquito hasta llegar a estas cascadas naturales.


El vestido, con cuerpo de encaje y falda de seda tiene un vuelo espectacular y enfatiza la idea bucólica que quería dar a la sesión. Estoy segura de que su hijo Tomás mirará estas fotos de su mamá con mucho amor cuando sea mayor.


Y aunque el verde del paisaje cobra mucho protagonismo, no quería dejar de enseñaros algunas fotografías en blanco y negro también, porque creo que le aportan un aire sencillo, clásico y atemporal que me encanta.



La protagonista era lógicamente Elena pero su pareja, Max, también se atrevió a salir en alguna ;-)


Y colorín colorado, este cuento de hadas se ha acabado... 

¿Y a vosotros qué os gustan más, las sesiones de estudio o en exteriores?

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