martes

Rodrigo. 15 días de vida


Cristina, la mamá del precioso Rodrigo, quería tener fotos de él nada más nacer porque con su primer hijo se le pasó la oportunidad. Su parto fue por cesárea y ya sabemos que la recuperación es más lenta, así que me llamó in extremis, a las dos semanas de dar a luz. Siempre os digo que 15 días es el límite para conseguir unas tiernas imágenes como estas. Si son mayores ya se mueven y se despiertan muchísimo.


Que no os engañen estas fotos tan serenas. Estuvimos a punto de cancelar la sesión porque Rodrigo no conciliaba el sueño y estaba muy inquieto pero no podíamos posponerla porque probablemente si venía más adelante iba a estar más inquieto aún. Finalmente, con mucho amor y mucha mano conseguimos que se quedara dormidito... ¡No me digáis que no es para comérselo!


Hicimos varios cambios de ropa. Aquí lo veis como un pequeño duendecillo... ¡qué ricura!


Como veis, movía las manitas sin parar. 


Su mami, Cristina, no estaba muy segura de si hacerse fotos con él pero la convencí. ¡Y además mirad qué madre! ¡Espectacular! Nadie diría que había dado a luz sólo 15 días atrás.


La relación entre una madre y su hijo recién nacido es verdaderamente única, no hay nada que se le parezca. La hormona del amor está a tope y ambos tienen un brillo especial.


Cristina es una morenaza de raza, tanto que a veces me recordaba a las bellas mujeres sioux.


Estas fotografías perdurarán toda una vida y yo me siento privilegiada por poder ser testigo de estos momentos tan especiales.


Por último, una foto al más puro estilo Michael Orton. Me apetecía jugar con colores pastel y suavizar la fotografía. ¡Me encanta el resultado!

domingo

Mi experiencia con Ana Brandt





Retomo el blog después de un verano de lo más productivo. Tuve la oportunidad de trabajar codo a codo ¡con la mismísima Ana Brandt! y lógicamente no podía desaprovechar la ocasión para aprender de cada movimiento, de cada consejo, de cada truco suyos. 


 Para los que no la conozcáis, la estadounidense Ana Brandt es una de las mejores fotógrafas del mundo en el campo de los recién nacidos y las embarazadas. Podríamos llamarla “La susurradora de bebés”. Tiene algo mágico que hace que cualquier recién nacido se calme según entra por la puerta del estudio. Es dulce con ellos pero no en exceso. Los trata con seguridad, firmeza y aplomo pero con ternura al mismo tiempo. 


Su forma de trabajar, su profesión y, por supuesto, su vida vienen marcados por su infancia. Huérfana y abandonada en varias ocasiones, no fue hasta casi entrada la pubertad cuando encontró su familia definitiva. Al buscar sus raíces no encontró ni una mísera foto de cuando era bebé, ¡y ya no hablemos de sus padres biológicos! Necesitaba como nadie arraigarse y ayudar a los demás a hacerlo y así es cómo empezó su pasión por la fotografía de recién nacidos y embarazadas. Parece que el destino se lo hubiera puesto en bandeja aunque ella dice que nunca consideró la posibilidad de convertirse en fotógrafa profesional (¡pues lo llega a considerar…!)


Es un tipo de fotografía que a mí me apasiona: poder plasmar los primeros momentos de vida de un ser humano es algo realmente excepcional y un privilegio inmenso. Y dar cuenta de la belleza que rezuma una mujer en los últimos días de embarazo es increíble y casi hasta milagroso. Me siento una afortunada por poder entrar en un universo tan íntimo.

Pero volviendo a Ana, y dejando a un lado sus méritos profesionales, quería destacar también lo buena gente que es: modesta, humilde, entusiasta y motivadora. Es de esas personas desprendidas que comparten todo lo que saben, quizá con la seguridad de que pocos alcanzarán su nivelazo pero también para dejar, creo yo, un legado, como buena madraza que es. 


Y así, con ese entusiasmo contagioso,  compartí dos jornadas de trabajo y muchos consejos con ella  y con otras 7 fotógrafas de Alemania, Italia, Rumanía y Jordania. Un workshop inolvidable.


Ya puedo decir con gran orgullo y satisfacción que soy discípula de Ana Brandt y, si no me equivoco, la única fotógrafa española con su título oficial. 


Gracias de corazón a esa gran maestra, y a mis colegas Gabriella, Elisa A., Ramona, Elisa C., Amal, Cristina y Elmina. Estoy segura de que el destino nos reunirá de nuevo.