Leo llegó al estudio con 11 días de vida. Normalmente es una edad muy buena porque aún aguantan dormiditos y tranquilos pero ya han cogido suficiente peso como para que se los vea redonditos. Sin embargo, Leo estaba todavía muy delgadito. Es un niño largo pero realmente menudo. En estos casos suelo aguantar hasta los 12-14 días. Cuando son bebés grandes es mejor cuanto antes, desde los 5 días de vida hasta los 10-12 como mucho.
Leo estaba bastante inquieto, tanto que preguntamos a su madre qué había comido el día anterior. Cuando un bebé se alimenta de leche materna es increíble la influencia que ésta tiene sobre su estado. Antes de venir a la sesión os damos siempre una lista con alimentos que hay que evitar para que el bebé llegue lo más tranquilo posible.
Pero lo importante es que pudimos hacerle unas preciosas fotografías que la familia atesorará toda la vida. Este tipo de poses quedan muy dulces en bebés así de pequeños...
Hay padres que me piden que retoque las pielecillas muertas. Otros, prefieren mostrar al bebé más natural. En este caso nos decantamos por la segunda opción. No hay nada más bello que un bebé al natural, en las mismas posturas que tenía dentro del vientre materno. ¡A mí se me cae la baba!
El blanco y negro no puede faltar en mis reportajes. ¿Os gusta?
Estas son sólo algunas de las fotografías que hicimos al pequeño Leo.
¡Estad muy atentos porque mañana llegan sorpresas al blog!