Me he mordido la lengua durante semanas pero por fin puedo mostraros el resultado de la última producción de Comunión que me traía entre manos y que no había podido desvelaros hasta ahora... fotografías que forman parte del Especial Comuniones de la revista Petit Style que acaba de ver la luz y que podéis ver al completo
AQUÍ . ¡Ni más ni menos que 10 páginas han dedicado a mi reportaje!. Para mí es un auténtico honor participar en un número tan mágico de una revista tan prestigiosa, y más cuando he trabajado mano a mano con las creadoras de Mon Air, a las que admiro muchísimo.
Es maravilloso cuando una publicación te da carta blanca para el concepto creativo y respeta en todo momento tu idea y tu filosofía para la sesión. Mi primera idea fue: dulzura. La segunda: tradición. La tercera: delicadeza. Elegí una localización que aunaba todos esos conceptos:
Panem Nostrum, una tienda que ofrece exquisitos dulces conventuales y monásticos llenos de tradición, calidad y religiosidad. Su dueña, Ana, prepara detalles para entregar en comuniones y bodas mientras ayuda a sostenerse a abadías, monasterios y conventos de España. Su tienda parece sacada de otro tiempo, con esos colores verde provenza y dorado, esas alacenas antiguas, esos espejos restaurados...
Porque la Comunión debe ser "El día más dulce", como la más elaborada repostería, como el pan recién hecho...
Y si a un lugar tan espectacular le unimos unos vestidos de infarto...
¿para qué queremos más? El equipazo de Mon Air, capitaneado por la siempre sonriente Chiqui, me trajo en mano sus modelazos y estuvieron conmigo durante toda la sesión. Dar vida a esos tejidos exclusivos de plumetis, sedas, encajes, esos bordados cosidos con mimo por las mismas manos que hacen los de Christian Lacroix es un lujo para los sentidos. Sus diseños también evocan tiempos pasados y han vuelto a poner de moda los velos, que llevaban antaño las niñas de Comunión.
Y no puedo olvidarme de Zaira y de Candela, de la agencia Prokids, quienes además de ser espectaculares lo hicieron de maravilla. A ellas también les hacían los ojos chiribitas entre tantos chocolates, dulces de leche, yemas, mermeladas, quesadas, mazapanes y gelatinas...
Además también pudimos ver cómo cobraba vida este otro diseño de Amaya, una empresa familiar con larga trayectoria en vestidos de comunión...
Fijaos qué bonito con esas manguitas cortas de encaje y esas falda de bámbula con volantes y con un fajín de flores rosas y encajes.
Además llevaba un precioso tocado a juego con el fajín, que cobraba más protagonismo todavía gracias al estiloso peinado de
Beatrice Lisse quien entendió perfectamente lo que queríamos y, como siempre, lo bordó.
Las niñas estaban guapísimas. Yo disfruto cada sesión muchísimo. No me importa que vaya a salir en una revista o que sea un particular. Cada niño o niña tiene sus encantos y su belleza y sólo hay que saber ganarse su confianza y dejarlos relajados para que todo eso salga a la luz. La magia que se crea es maravillosa.
La nueva colección de Mon Air está muy inspirada en Italia, y, mientras que Zaira es pura dulzura e inocencia con esos ojazos del color del mar, Candela parece una virgen napolitana, con esa belleza tan exuberante y mediterránea.
Las dos nos dejaron sin palabras.
Para terminar, una sofisticada mesa de té.
Espero que os haya gustado tanto como a mí. Y si estás pensando en que tu niña o tu niño tenga una sesión así de especial no dudes en llamarme (teléfono: 617 12 26 58) o escribirme (email: info@ruthzabalza.com) La agenda de comuniones ya está abierta ¡y echa humo! ¡Gracias a todos esos papás que confiáis en mí para un momento tan especial!
